La piel es la cubierta externa del cuerpo humano y uno de los órganos más importantes del mismo, tanto por tamaño como por sus funciones.
La piel separa al organismo del medio ambiente externo y, al mismo tiempo, permite su comunicación con él mismo. Es una envoltura completa, sin grandes saltos en su estructura, ya que en las regiones donde se encuentran los orificios naturales del organismo, la piel se transforma paulatinamente en una mucosa.
Su grosor varía según la localización. Tiene la máxima delgadez en los párpados y el mayor grosor en la planta de los pies y palmas de las manos.
Pocas partes del cuerpo se regeneran tan rápido como la piel. La capa externa de la epidermis se renueva completamente cada mes, a una velocidad de 30.000 células escamosas muertas por minuto.
La piel refleja distintos aspectos de la salud general, especialmente la dieta y el estilo de vida. Su exposición al sol, al viento y a la humedad pueden causarle problemas como erupciones, manchas, llagas y eccema si no se mantiene en buen estado.